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Represura |
PRESENTACIÓN DEL NÚMERO
Un poco más tarde de lo esperado, si bien dentro del plazo previsto, presentamos este Nº2. Un número que podríamos definir como de continuidad, dentro de los parámetros que dieron origen a la revista y a la página web. De ambas se podría decir algo que, al principio, no era fácil de augurar: que, hasta la fecha, su aceptación ha sido”razonablemente” positiva. A aquellas personas que así nos lo manifestaron, como a aquellas otras que, a título de visitantes, han encontrado útiles estas páginas, les debemos, pues, nuestro agradecimiento.
El número se abre con un artículo de M. L. Abellán, presentado en el “Simposio sobre Censura y literatura peninsulares” celebrado en Amsterdam, los días 2 y 3 de mayo de 1985, del que Abellán fue el principal organizador. Consideramos el artículo como emblemático, porque analizado en perspectiva, el mismo se convierte en piedra basal de una serie de desarrollos, hasta la fecha, no suficientemente atendidos. Sea el modo de tomar el pulso al “estado de la cuestión” de los estudios sobre censura de libros en dicho momento, ciertamente descorazonador. O sean, las otras dos cuestiones que preocupaban al autor, que eran ya en sí un intento de paliar, lo que a la sazón, podríamos denominar como agujero negro bibliográfico: la teoría, sentida como una necesidad de precisar el objeto de estudio, y el intento de establecer una cronología del, denominado, “fenómeno censorio” durante el franquismo”.
Desde la Universidad de Alicante, Francisco Rojas, nos envía un trabajo sobre la Editorial “Ciencia Nueva”. Con ánimo de ser sinceros, tenemos que decir que tuvimos algunas dudas respecto a su inclusión – no por su calidad y méritos, que son indudables – sino por la adecuación a nuestro tema. Obviamente, la evaluación del campo editorial desde el prisma de la censura y de la represión cultural, cae de lleno dentro de nuestro tema, pero en ese sentido no cualquier estudio sirve, sino cumple esas condiciones. En el artículo, dichas conexiones, son en bastantes momentos explícitas, pero no menos lo son de modo tácito – y esta es una propuesta de lectura – ya que, por ejemplo, la misma existencia de dicha editorial, la línea de ediciones seguida, o el catálogo de libros editados, quedan en todo momento “atravesados” por esa “línea de sombra”constituida por la censura y la represión cultural. Como valor añadido, y como una razón más para su inclusión, debemos destacar, aún a riesgo de ser repetitivos, la falta de estudios de este tipo, es decir su originalidad.
La Delegación de Estado para Prensa y Propaganda, en su vertiente constitutiva, en tanto organismo, y en su labor de censura editorial, centra el tema del último artículo (o entrega). En tanto institución, estamos hablando de la” prehistoria” del aparato institucional que, como no podía ser menos, evolucionó en el tiempo, o más bien reaccionó en determinadas coyunturas históricas, que nos permiten hablar de fases o etapas, pero que a lo largo del tiempo mantuvo, en buena parte de sus aspectos, su marca de origen, no en vano, bélica o beligerante.
El número se cierra, con la reseña de la investigación de Eduardo Ruiz, Los señores del libro ..., de la que hemos tratado de poner de relieve sus rasgos principales y peculiares.
Nuestro saludo y reconocimiento a todos los lectores y lectoras.